By Juanjo Pina
Aunque cuesta aparcar temporalmente esa serie de posteos sobre el círculo, tan importantes para este blog a nivel de investigación y casuística, creo que toca ir estableciendo claramente a qué nos referimos con activismo de mercado, por qué lo hacemos, y cuales son los objetivos de este blog y del propio AdM. Al fin y al cabo, en esa misma serie de posteos sobre el circulo, el siguiente es el del propio Activismo de Mercado. Así que nos detendremos un poco (ya hemos empezado hablando del AdM como imperativo ético y pensando en bazar) antes de dirigirnos de nuevo a zona roja, aunque ya por el otro lado, en terrenos más pantanosos.
Al tajo. ¿Por qué no una llamada a la acción? ¿Por qué no hacer un “llamamiento” con algo que tenemos por valioso? Pues porque una llamada a la acción suena a megáfono, a vamos chicos, seguidme, todos a una, avanti Fuenteovejuna, una, una. Suena a algo que los buenos harán y los perezosos y malvados rechazarán. Algo que dividirá a puros de impuros. Cuando alguien hace un “llamamiento”, enarbola la bandera de la moral única y del café para todos. Y no es esa nuestra intención. Las “llamadas a la acción” están ocupadas por otro tipo de personas con otros objetivos. No bregaremos por ello. Además, aceptamos a los malvados cuando no hacen el mal, sino cosas constructivas y beneficiosas para otros, mientras que los “puros de espíritu” pueden quedarse a prudencial distancia si su intención es determinar cómo los demás han de vivir sus vidas. Lo ideal será lo que sea, pero si te preocupan más la musicalidad de las ideas e ideologías que seres reales y su felicidad, esa que sólo pueden valorar cada uno de ellos, no estás en el sitio … Leer artículo completo >>>
Fuente: Activismo de Mercado